P. minor © Rayco Jorge Díaz
Adjuntamos una observación reciente de este divagante del sur de África y en menor medida del subcontinente indio.
Individuo visto el 30 de mayo de 2008 en la presa de Cabo Blanco, Arona (Tenerife) por el personal del Centro de Recuperación de Fauna La Tahonilla (Cabildo de Tenerife), a partir de una llamada informando de la presencia del ave en cuestión. Al detectar el flamenco se constató que no tenía anilla ni señales de procedencia de cautividad, aunque se mostraba muy manso y se dejaba acercar ante la presencia de observadores pero sólo hasta unos pocos metros. Con posterioridad, el 8 de junio de 2008, sobre las 20:15 horas, ha sido visto de nuevo allí, esta vez por Rayco Jorge Díaz (comunicado por Rubén Barone Tosco). El ave podría pertenecer al cercano núcleo zoológico de Las Águilas del Teide, de donde han escapado ya otras aves vistas en las charcas y presas de las inmediaciones, aunque aún no hay confirmación por parte de dicho centro, y podría provenir de algún otro lugar.
Se trata de una especie considerada rareza a nivel nacional, y por tanto las observaciones deben ser estudiadas por el Comité de Rarezas de SEO/BirdLife. Hay sólo una cita previa homologada en Canarias, referida a un ejemplar presente en Rasca (Tenerife) el 2 de noviembre de 1999 (J. Normaja y J. J. Nurmi), frente a 16 citas relativas a 20 aves del resto del territorio nacional (véase Dies et al., 2007. Observaciones de aves raras en España, 2005. Ardeola 54(2): 405-446). No obstante, Martín & Lorenzo (2001, Aves del Archipiélago Canario) recopilan cinco citas, aunque deben tomarse con precaución, y además parte de ellas podrían corresponder a ejemplares que prolongaron su estancia en Lanzarote y Fuerteventura, y se presume el origen de cautividad de muchos de estos individuos. Otros parecen haberse movido entre islas o incluso formar parte de una pequeña irrupción. Así, por ejemplo, en agosto de 1999 se cita uno en la costa sureste de Fuerteventura (K. Liedel, in Martín & Lorenzo, 2001), mientras que el 2 de noviembre de 1999 se cita en el sur de Tenerife, en concreto en la costa de Rasca (ver cita detallada más arriba), y tres días después, el 5 de noviembre de 1999 se encuentra uno herido en la cercana charca de Guargacho, en San Miguel (J. Hernández-Abad in Martín & Lorenzo, 2001), del que se adjunta ahora una foto. Este último fue recogido por la Guardia Civil, aunque murió al poco tiempo en el Centro de Recuperación de Fauna La Tahonilla (Cabildo de Tenerife), presentando un golpe en una de las alas.
Adjuntamos una observación reciente de este divagante del sur de África y en menor medida del subcontinente indio.
Individuo visto el 30 de mayo de 2008 en la presa de Cabo Blanco, Arona (Tenerife) por el personal del Centro de Recuperación de Fauna La Tahonilla (Cabildo de Tenerife), a partir de una llamada informando de la presencia del ave en cuestión. Al detectar el flamenco se constató que no tenía anilla ni señales de procedencia de cautividad, aunque se mostraba muy manso y se dejaba acercar ante la presencia de observadores pero sólo hasta unos pocos metros. Con posterioridad, el 8 de junio de 2008, sobre las 20:15 horas, ha sido visto de nuevo allí, esta vez por Rayco Jorge Díaz (comunicado por Rubén Barone Tosco). El ave podría pertenecer al cercano núcleo zoológico de Las Águilas del Teide, de donde han escapado ya otras aves vistas en las charcas y presas de las inmediaciones, aunque aún no hay confirmación por parte de dicho centro, y podría provenir de algún otro lugar.
Se trata de una especie considerada rareza a nivel nacional, y por tanto las observaciones deben ser estudiadas por el Comité de Rarezas de SEO/BirdLife. Hay sólo una cita previa homologada en Canarias, referida a un ejemplar presente en Rasca (Tenerife) el 2 de noviembre de 1999 (J. Normaja y J. J. Nurmi), frente a 16 citas relativas a 20 aves del resto del territorio nacional (véase Dies et al., 2007. Observaciones de aves raras en España, 2005. Ardeola 54(2): 405-446). No obstante, Martín & Lorenzo (2001, Aves del Archipiélago Canario) recopilan cinco citas, aunque deben tomarse con precaución, y además parte de ellas podrían corresponder a ejemplares que prolongaron su estancia en Lanzarote y Fuerteventura, y se presume el origen de cautividad de muchos de estos individuos. Otros parecen haberse movido entre islas o incluso formar parte de una pequeña irrupción. Así, por ejemplo, en agosto de 1999 se cita uno en la costa sureste de Fuerteventura (K. Liedel, in Martín & Lorenzo, 2001), mientras que el 2 de noviembre de 1999 se cita en el sur de Tenerife, en concreto en la costa de Rasca (ver cita detallada más arriba), y tres días después, el 5 de noviembre de 1999 se encuentra uno herido en la cercana charca de Guargacho, en San Miguel (J. Hernández-Abad in Martín & Lorenzo, 2001), del que se adjunta ahora una foto. Este último fue recogido por la Guardia Civil, aunque murió al poco tiempo en el Centro de Recuperación de Fauna La Tahonilla (Cabildo de Tenerife), presentando un golpe en una de las alas.
Sobre el origen de las aves vistas en los humedales ibéricos hay cierta controversia, y no se descarta un origen natural, al menos de parte de los avistamientos conocidos, tal y como sugiere De Juana (2006, Aves raras de España) al analizar el conjunto de datos españoles e interpretarlos con lo que acontece en otros países vecinos. De acuerdo con este autor, las observaciones marroquíes e ibéricas denotan dos picos que coinciden con las épocas migratorias (primavera y otoño) y con los desplazamientos del flamenco rosa, lo que podría indicar llegada natural de dichos efectivos desde África occidental, mientras que en otros lugares, como Francia, las citas se ajustarían más a un patrón típico de aves escapadas al repartirse durante todo el año. Más información puede consultarse en los siguientes links del blog de Rare Birds Spain siguiente: Flamenco enano 1 y Flamenco enano 2
De ser cierto lo anterior, no sería de extrañar que arribaran también a las islas de forma natural, tal y como sugieren Martín & Lorenzo (2001). Además, el patrón fenológico que cabría esperar, al igual que ocurre con otras especies, sería similar al de los vecinos países de la costa atlántica norteafricana. Por dicho motivo, es importante conocer los diferentes avistamientos que se hagan en las islas, así como el disponer de un registro de las aves mantenidas en cautividad en las distintas islas, que deben estar convenientemente marcadas para facilitar su detección ante posibles escapes. No hay que olvidar que esta especie se encuentra presente en núcleos zoológicos de Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote, y en la mayor parte de ellos hay aves sin anillas o señales que delaten su procedencia en condiciones de semilibertad.