P. p. madagascariensis©Pascual Calabuig
Adjuntamos lo que resulta ser la primera cita confirmada de esta especie en el archipiélago canario. Las circunstancias de la observación permiten constatar que se trata de la subespecie P. p. madagascariensis, propia del entorno de Egipto y de África al sur del Sáhara.
Circunstancias y detalles
El ejemplar fue recogido por la autoridad portuaria el 2 de octubre de 2009 en la dársena del muelle de La Luz y de las Palmas, en la ciudad de Las Palmas, en la isla de Gran Canaria. Se encontraba en mal estado por efecto de sustancias aceitosas y carburantes que le daban un aspecto oscuro alejado de la realidad. Fue entregado al Centro de Recuperación de Fauna de Tafira del Cabildo de Gran Canaria, donde los veterinarios Loli Estévez y Pascual Calabuig le aplicaron los primeros cuidados y poco a poco devolvieron al ave su estado natural. Tal y como relata el propio veterinario, Pascual Calabuig, el plumaje se le limpió perfectamente, y se apreció una mejora en su estado a medida que transcurrieron los días, comenzando a mostrarse más activo y a recuperar el peso perdido desde su ingreso en el centro. El estado del plumaje y las patas quedó impecable una vez limpio y no reflejaba deterioro por un origen cautivo como podría pensarse. En los últimos días de estancia en cautividad reclamaba con insistencia y se encontraba en perfecto estado, por lo que después de ser anillado, el pasado domingo 25 de octubre de 2009 fue liberado en la Charca de Maspalomas,
San Bartolomé de Tirajana, en el sur de la isla. En la tarde del lunes, 26 de octubre de 2009, y en dicho lugar, el ejemplar es observado y fotografiado por Manuel Negrín López, quien envío los detalles y las imágenes a este blog con el fin de comunicar el hallazgo. El ave parece que continúa en la zona y se muestra activo y reclamando. El ejemplar fue recogido por la autoridad portuaria el 2 de octubre de 2009 en la dársena del muelle de La Luz y de las Palmas, en la ciudad de Las Palmas, en la isla de Gran Canaria. Se encontraba en mal estado por efecto de sustancias aceitosas y carburantes que le daban un aspecto oscuro alejado de la realidad. Fue entregado al Centro de Recuperación de Fauna de Tafira del Cabildo de Gran Canaria, donde los veterinarios Loli Estévez y Pascual Calabuig le aplicaron los primeros cuidados y poco a poco devolvieron al ave su estado natural. Tal y como relata el propio veterinario, Pascual Calabuig, el plumaje se le limpió perfectamente, y se apreció una mejora en su estado a medida que transcurrieron los días, comenzando a mostrarse más activo y a recuperar el peso perdido desde su ingreso en el centro. El estado del plumaje y las patas quedó impecable una vez limpio y no reflejaba deterioro por un origen cautivo como podría pensarse. En los últimos días de estancia en cautividad reclamaba con insistencia y se encontraba en perfecto estado, por lo que después de ser anillado, el pasado domingo 25 de octubre de 2009 fue liberado en la Charca de Maspalomas,
P. p. madagascariensis©Manuel Negrín López
Identificación
Gracias a que el ave fue capturada y pudo estudiarse en mano, no cabe duda que se trata de un calamón común Porphyrio porphyrio, y además de la forma P. p. madagascariensis, fácilmente identificable por la coloración verdosa de las partes superiores, entre otros detalles.
Gracias a que el ave fue capturada y pudo estudiarse en mano, no cabe duda que se trata de un calamón común Porphyrio porphyrio, y además de la forma P. p. madagascariensis, fácilmente identificable por la coloración verdosa de las partes superiores, entre otros detalles.
Divagancia
Al contrario de lo que ocurre con la forma nominal de calamón en el entorno mediterráneo, la subespecie africana, y en particular los efectivos al sur del Sáhara, efectúan migraciones hacia el norte, posiblemente relacionadas con las estaciones lluviosas. De ese modo, ha alcanzado puntos septentrionales de Mauritania, donde P. p. madagascariensis es común como residente en zonas del Delta y en humedales del Sahel pero a donde también llegan migrantes afrotropicales en ciertas épocas de acuerdo con Lamarche (ed., 1988, Liste commentée des oiseaux de Mauritanie). Por el contrario, y continuando con ejemplos, en Gambia es sólo visitante, y no cría pero se presenta en las estaciones más secas. No hay citas de este calamón por la franja atlántica africana en puntos más al norte, como podría ser Marruecos, según Thévenot et al. (2003, The birds of Morroco) y los distintos informes de la Commission d’Homologation Marocaine. Tampoco se ha citado en Azores o Madeira, aunque en estas últimas islas hay una cita antigua que se asigna a la especie nominal y se considera dudosa.
En el archipiélago canario se considera accidental en la obra recopilatoria de Martín & Lorenzo (2001, Aves del Archipiélago Canario). Dichos autores mencionan citas antiguas que datan de los siglos anteriores y hacen referencia a la inexistencia de datos actuales aunque también confirman que en algunas islas hay aves mantenidas en cautividad. No obstante, dichos ejemplares presentes en núcleos zoológicos y colecciones privadas de Lanzarote y Tenerife a los que hacen referencia pertenecían a la forma nominal, P. p. porphyrio, y no a la que se presenta en esta ocasión.
Con relación a esta cita, el estado del ave y las circunstancias de la captura hacen pensar en un posible viaje asistido en barco o una arribada natural del ave, aunque no hay seguridad. El estado del plumaje y de las patas una vez limpios no refleja deterioro por mantenimiento en cautividad. Además, esta época coincide con el inicio de las fechas de arribada de otros rállidos africanos subsaharianos citados previamente en el archipiélago canario, como el guión africano Crecopsis egregia y el calamoncillo africano Porphyrio alleni. En cualquier caso, se trata del primer dato reciente y confirmado de P. p. madagascariensis a escala regional y nacional. Por dicho motivo, ha sido remitida al
Comité de Rarezas de SEO/BirdLife para su estudio.
Al contrario de lo que ocurre con la forma nominal de calamón en el entorno mediterráneo, la subespecie africana, y en particular los efectivos al sur del Sáhara, efectúan migraciones hacia el norte, posiblemente relacionadas con las estaciones lluviosas. De ese modo, ha alcanzado puntos septentrionales de Mauritania, donde P. p. madagascariensis es común como residente en zonas del Delta y en humedales del Sahel pero a donde también llegan migrantes afrotropicales en ciertas épocas de acuerdo con Lamarche (ed., 1988, Liste commentée des oiseaux de Mauritanie). Por el contrario, y continuando con ejemplos, en Gambia es sólo visitante, y no cría pero se presenta en las estaciones más secas. No hay citas de este calamón por la franja atlántica africana en puntos más al norte, como podría ser Marruecos, según Thévenot et al. (2003, The birds of Morroco) y los distintos informes de la Commission d’Homologation Marocaine. Tampoco se ha citado en Azores o Madeira, aunque en estas últimas islas hay una cita antigua que se asigna a la especie nominal y se considera dudosa.
En el archipiélago canario se considera accidental en la obra recopilatoria de Martín & Lorenzo (2001, Aves del Archipiélago Canario). Dichos autores mencionan citas antiguas que datan de los siglos anteriores y hacen referencia a la inexistencia de datos actuales aunque también confirman que en algunas islas hay aves mantenidas en cautividad. No obstante, dichos ejemplares presentes en núcleos zoológicos y colecciones privadas de Lanzarote y Tenerife a los que hacen referencia pertenecían a la forma nominal, P. p. porphyrio, y no a la que se presenta en esta ocasión.
Con relación a esta cita, el estado del ave y las circunstancias de la captura hacen pensar en un posible viaje asistido en barco o una arribada natural del ave, aunque no hay seguridad. El estado del plumaje y de las patas una vez limpios no refleja deterioro por mantenimiento en cautividad. Además, esta época coincide con el inicio de las fechas de arribada de otros rállidos africanos subsaharianos citados previamente en el archipiélago canario, como el guión africano Crecopsis egregia y el calamoncillo africano Porphyrio alleni. En cualquier caso, se trata del primer dato reciente y confirmado de P. p. madagascariensis a escala regional y nacional. Por dicho motivo, ha sido remitida al
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