C. edwardsii©Beneharo Rodríguez
Adjuntamos lo que resulta ser la primera cita confirmada en Canarias y en el conjunto del territorio nacional de esta pardela propia del archipiélago de Cabo Verde.
Circunstancias y detalles
El ejemplar fue capturado en el seno de una gran colonia de pardela cenicienta justo a la entrada de varias huras por Beneharo Rodríguez, Leandro de León Guerra y Gustavo Tejera Betancor, durante el transcurso de una jornada de anillamiento de aves marinas en el islote de Montaña Clara, en el archipiélago Chinijo, en el norte de Lanzarote. La detección de la pardela se produjo aproximadamente sobre las 21:45 pm del 6 de mayo de 2010, y pudo ser estudiada y fotografiada por espacio de unos 15 minutos, cuando fue liberada en el mismo lugar de su hallazgo.
Identificación
Circunstancias y detalles
El ejemplar fue capturado en el seno de una gran colonia de pardela cenicienta justo a la entrada de varias huras por Beneharo Rodríguez, Leandro de León Guerra y Gustavo Tejera Betancor, durante el transcurso de una jornada de anillamiento de aves marinas en el islote de Montaña Clara, en el archipiélago Chinijo, en el norte de Lanzarote. La detección de la pardela se produjo aproximadamente sobre las 21:45 pm del 6 de mayo de 2010, y pudo ser estudiada y fotografiada por espacio de unos 15 minutos, cuando fue liberada en el mismo lugar de su hallazgo.
Identificación
Gracias a que el ave fue capturada y pudo estudiarse en mano, no cabe duda que se trata de esta especie de pardela. Más pequeña que la pardela cenicienta pero de coloración y apariencia similar, si bien la coloración superior parecía más oscura y con colores más fríos. La cabeza mostraba un tono más oscuro, semejante a un capirote. Partes inferiores blancas. Pico comparativamente más fino que la pardela cenicienta y de color negruzco. Patas de coloración rosada.
Se mostró muy tranquila a la hora de la captura y durante su observación en mano. La presencia de numerosas pardelas cenicientas en las inmediaciones permitió la comparación directa. Se midió su pico y su tarso, y se pesó, obteniéndose los siguientes valores: largo pico = 44, 61 mm; largo pico Nalospi = 45,64 mm; alto pico base = 14,60 mm; alto pico narina = 10,38 mm; tarso = 52,93 mm; ala plegada = 31,2 cm; y peso = 390 gr. De acuerdo con los observadores se trataba de un ejemplar adulto.
Se mostró muy tranquila a la hora de la captura y durante su observación en mano. La presencia de numerosas pardelas cenicientas en las inmediaciones permitió la comparación directa. Se midió su pico y su tarso, y se pesó, obteniéndose los siguientes valores: largo pico = 44, 61 mm; largo pico Nalospi = 45,64 mm; alto pico base = 14,60 mm; alto pico narina = 10,38 mm; tarso = 52,93 mm; ala plegada = 31,2 cm; y peso = 390 gr. De acuerdo con los observadores se trataba de un ejemplar adulto.
C. edwardsii (dcha.) junto con C. diomedea (izda.)©Beneharo Rodríguez
Divagancia
A este lado del Atlántico no hay muchas observaciones fiables de esta pardela mas septentrionales que las de Canarias y Marruecos a juzgar por la bibliografía. No en vano, al contrario de lo que ocurre con las dos subespecies de pardela cenicienta -con las que se emparentaba como C. diomedea edwardsii hasta no hace mucho tiempo-, se desconocen muchos aspectos de su biología y ecología. Entre ellos, sus cuarteles de invernada, sospechándose su dispersión pelágica por el Atlantico Sur, aunque recientemente se ha citado en aguas frente a Carolina del Norte en Norteamérica (Patteson & Armistead, 2004, North American Birds 58(4): 468-473) y desde hace tiempo se ha venido mencionando su presencia en las aguas de Brasil, donde además se han hallado aves orilladas (Petry et al., 2000, Bull. B.O.C. 120(3): 198-200), lo que hace sospechar movimientos similares a los de otras pardelas que crían a este lado del Atlántico. De acuerdo con Hazevoet (1995, The Birds of the Cape Verde Islands), la especie esta ausente de las aguas de Cabo Verde desde noviembre hasta febrero.
Esta pardela ha sido citada en fechas recientes en las aguas atlánticas de Marruecos; según Thévenot et al. (2003, The birds of Morroco) no se conocían allí citas pero con posterioridad se ha homologado una observación de dos aves vistas en las aguas de la desembocadura de Souss en marzo de 2001 (Rapport de la Commission d’Homologation Marocaine, numéro 10). No se ha citado en las aguas de la franja atlántica de la península Ibérica, ni tampoco por el momento se ha citado fehacientemente en Azores o Madeira. No obstante, en este último archipiélago se ha conocido una cita reciente y sorprendente: unas 150 aves en paso en marzo de 2001 según Clarke (2006, Birds of the Atlantic Islands) aunque debe tomarse con precaución, puesto que dicha cita no ha sido estudiada por el Comité Portugués de Raridades de SPEA. Sin embargo, este mismo comité ha homologado una de las islas Salvajes, entre Canarias y Madeira, referida al hallazgo del cadáver de un ejemplar en junio de 2005 (J. P. Granadeiro et al. in Jara et al. 2007. Aves de ocorrência rara ou acidental em Portugal: relatório do CPR referente ao ano de 2005. Anuário Ornitológico 5: 1-34).
Esta pardela ha sido citada en fechas recientes en las aguas atlánticas de Marruecos; según Thévenot et al. (2003, The birds of Morroco) no se conocían allí citas pero con posterioridad se ha homologado una observación de dos aves vistas en las aguas de la desembocadura de Souss en marzo de 2001 (Rapport de la Commission d’Homologation Marocaine, numéro 10). No se ha citado en las aguas de la franja atlántica de la península Ibérica, ni tampoco por el momento se ha citado fehacientemente en Azores o Madeira. No obstante, en este último archipiélago se ha conocido una cita reciente y sorprendente: unas 150 aves en paso en marzo de 2001 según Clarke (2006, Birds of the Atlantic Islands) aunque debe tomarse con precaución, puesto que dicha cita no ha sido estudiada por el Comité Portugués de Raridades de SPEA. Sin embargo, este mismo comité ha homologado una de las islas Salvajes, entre Canarias y Madeira, referida al hallazgo del cadáver de un ejemplar en junio de 2005 (J. P. Granadeiro et al. in Jara et al. 2007. Aves de ocorrência rara ou acidental em Portugal: relatório do CPR referente ao ano de 2005. Anuário Ornitológico 5: 1-34).
En el archipiélago canario se considera accidental en la obra recopilatoria de Martín & Lorenzo (2001, Aves del Archipiélago Canario). Dichos autores mencionan al menos tres citas previas a su consideración de rareza, curiosamente las tres en distintos años pero todas ellas en el mes de octubre.
Actualmente, esta especie se considera una rareza, por lo que la presente observación ha sido remitida al Comité de Rarezas de SEO/BirdLife para su estudio.
Actualmente, esta especie se considera una rareza, por lo que la presente observación ha sido remitida al Comité de Rarezas de SEO/BirdLife para su estudio.
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