Sterna paradisaea © Beneharo Rodríguez
Adjuntamos interesantes observaciones de este charrán migratorio efectuadas por Beneharo Rodríguez, Juan Curbelo, Nazaret Carrasco y Felipe Rodríguez el pasado día 6 de septiembre de 2008 por el norte de Tenerife. Durante una salida en barca por la costa de los municipios tinerfeños de Garachico, Los Silos y Buenavista del Norte, ese día observaron un gran paso de estas aves junto con pardelas pichonetas Puffinus puffinus, entre otras especies. Se contabilizaron varios cientos (más de 200 ejemplares) de charranes árticos volando en grupos más o menos compactos directamente hacia el oeste. Además, con posterioridad, el día 8 por la tarde se acercan a la Punta de Buenavista y contabilizan, con ayuda del telescopio, más de 200 charranes durante una hora con el mismo comportamiento, que casi con total seguridad correspondían a esta especie. Destacable también fueron las cifras de pardela pichoneta en esta jornada tal y como relatan los observadores, alcanzando más de 400 ejemplares/hora en vuelo directo hacia el oeste. Todo esto sugiere que al menos durante estos días pudieron haber pasado miles de estas aves por esta zona de la isla, lo que constituía un acontecimiento nunca antes confirmado en Canarias.
El charrán ártico es un ejemplo de migrador de larga distancia, efectuando movimientos regulares entre ambos polos, desde las zonas de cría en el Ártico a las de invernada en el Antártico, cuantificadas en unos 15.000 km. A diferencia de los otros charranes presentes en aguas canarias con los que puede confundirse, como el charrán común Sterna hirundo y el charrán rosado Sterna dougallii, muestra un comportamiento mucho más pelágico que ellos, lo que dificulta su detección. De ahí lo escaso de observaciones previas de esta especie en el archipiélago, donde está considerado como accidental según Martín & Lorenzo (2001, Aves del Archipiélago Canario). La mayor parte de las citas recopiladas por dichos autores pertenecen a la migración postnupcial, destacando los meses de agosto y septiembre, pero en ningún caso referidas al número de ejemplares que se han observado en esta ocasión. Dichas observaciones recientes han sido enviadas al Comité de Rarezas de SEO/BirdLife. Además, previamente sólo se han homologado dos citas de esta especie (véanse Informes del Comité de Rarezas de SEO/BirdLife), una en Tenerife (un ejemplar visto por K.W. Emmerson) y otra en Fuerteventura (ocho ejemplares detectados por C.-J. Palacios), pero curiosamente ambas en el paso prenupcial, en mayo de 1998 y marzo de 1999, cuando resulta aún más escaso.
También es accidental en los restantes archipiélagos macaronésicos, donde las citas son más bien escasas de acuerdo con Clarke (2006, Birds of the Atlantic Islands). Por ejemplo en Madeira y Salvajes se considera de paso pero muy raro y local, y en Azores es catalogado como un raro divagante. Sin embargo, muchas aves deben pasar cerca de estas islas en sus grandes migraciones entre los polos, aunque muy posiblemente pasen desapercibidas debido a sus hábitos pelágicos y a su gran parecido con otros charranes.